miércoles, 18 de noviembre de 2020

PENSAMIENTO DE DISEÑO

Hemos llegado a coleccionar un gran número de problemas: los hemos detectado en nuestros posibles clientes. O al menos, eso es lo que creemos.
Pero veamos cómo lo hemos hecho: al principio, planteamos un problema que teníamos cada uno de nosotros.

Era el primer paso y ya lo estábamos haciendo mal...
¿Por qué? (aquí iría un emoji parecido al cuadro de El Grito)

Pues porque no sabíamos plantear el problema sin ir acompañado de la solución. Es nuestro afán de resolver problemas, que inconscientemente salta como un resorte: Nos hace falta desmontar todavía más el asunto, separar el efecto de la causa.
Un ejemplo: el problema no es que una persona necesite un coche para ir a un destino lejano y no lo tenga; el problema es que una persona necesita ir a un destino lejano.
Ha sido un proceso complicado, pero al fin hemos ido concretando los problemas, los verdaderos problemas. sin la solución que creemos intrínseca. Es esa solución la que nos nubla la mente, nos coacciona, nos dirige, e impide que pensemos en otras posibles soluciones que se ajusten al verdadero problema. Sería el árbol que no nos deja ver el bosque. Si planteo mi necesidad así:

-"necesito una ventanas más grandes para poder tener más contacto con el exterior desde mi casa" ...

...estoy dando ya la solución. Lo que necesito realmente es tener más contacto con el exterior desde mi casa. Las ventanas es la solución que yo añado, sin pensar más allá. Y esto me impide ver otras soluciones, como una terraza, cambiar de casa y buscar un adosado con jardín, cambia de piso y buscar un ático con buenas vistas...o puede que la solución sea simplemente salir más de casa.

¿Ya tenemos el problema aislado? pues ahora toca diseñar una solución apropiada.

Design Thinking, es la metodología que vamos a emplear para dar este paso.

Consiste en descomponer un problema en partes mas pequeñas, estudiándolas detenidamente, desgranando el por qué de su existencia, planteando incluso otros problemas relacionados que podrían cambiar la perspectiva del problema original. Para esto es necesario echar mano de la empatía.

Empatizar con quien tiene ese problema y padece sus consecuencias, entender cómo le afecta, integrarnos en su entorno y hacerlo nuestro es primordial par poder controlar todas las variables que puedan influir no solo en la definición del propio problema sino también en una posible solución óptima. Es meterse en la piel del cliente y sentir su problema y entenderlo como lo entiende él. 

Cuando ya hemos recopilado suficiente información, llega el momento de entresacar lo más significante, lo que verdaderamente define el problema : hacemos un filtro de datos significativos, los que realmente nos guiarán hacia la solución que buscamos.

Teniendo la esencia del problema, nos dedicaremos ahora a proponer soluciones. No importa si son locas. Lo importante es que afloren. Muchas veces de una idea loca se pasa a la idea genial en pocos retoques. Hasta es posible que surja algo novedoso, fruto de una combinación casual de algo loco y algo obvio...Aquí tiene que haber creatividad toda la que se pueda, y puede que haya también innovación.

Cuando perfilemos una idea de solución que nos parezca viable, lo mejor es probarla. Para ello, tenemos que materializarla, o lo que es lo mismo convertirla en un prototipo que usaremos para que los clientes, a quienes pretendemos dar solución a sus problemas, experimenten y comprueben hasta qué punto esa solución les satisface. Y esperaremos a que nos comuniquen sus impresiones. Porque si hay algo que mejorar o cambiar...es el momento de hacerlo.

Esta maniobra se realizará tantas veces como veamos que sea necesario: al final el producto tiene que ser satisfactorio para el cliente, y viable para nosotros como emprendedores. Nosotros diseñamos una posible solución, nuestro cliente lo prueba, y nos comunica si está satisfecho o si hay alguna carencia o si se puede mejorar algo más o si no tiene nada que ver con lo que él busca...Aquí manda el feedback.

Esta manera de ofrecer soluciones al cliente es lo que se conoce como PENSAMIENTO DE DISEÑO.

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DIVERGENTE Y CONVERGENTE

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