domingo, 29 de noviembre de 2020

CORRE EL LEÓN, CORRE LA GACELA.

No había caído en ello, no le había prestado atención. Pero en el aula hemos sido conscientes de una cosa:

hay que moverse a la velocidad de las cosas.

El modelo de negocio de éxito tiene una vida limitada. La evolución de su entorno nos obliga al emprendedor a evolucionar con él para tener satisfecho al cliente.

Existe un proverbio africano que plantea un modo de entender las cosas de esta manera. Dice así:

Cada día en África, una gacela se despierta. Sabe que debe correr más rápido que el león más veloz, o será devorada. Cada mañana en África, un león se despierta. Sabe que debe correr más rápido que la gacela más lenta, o morirá de hambre. No importa si eres un león o una gacela. Cuando el sol se eleva en África, es mejor que empieces a correr.


Dejando aparte detalles crueles, deducimos que si todo corre, quedarse atrás no es una opción: pierdes oportunidades, te alejas de tus objetivos, y si quieres reducir distancias...eso va a suponer un sobreesfuerzo que no siempre es asumible.

Si pensamos en innovación, enseguida pensamos en alta tecnología. Incluso pensamos que esto es cuestión de un departamento de I+D+I.

Sin embargo, la innovación puede estar en las cosas más elementales y al alcance de cualquiera.

Muchas cosas están inventadas ya, pero quizá nadie pensó en facilitarlas más aún de lo que están.

Seguramente hay productos y servicios en la vida cotidiana en los que no reparamos. Están ahí desde siempre, esos de los de toda la vida. Los hemos usado, de la manera en que habitualmente se usan, y ya. No le hemos prestado más atención. Diseños que fueron un éxito y no se han modificado en nada, siendo fieles a los orígenes que fueron los que proporcionaron el éxito de la marca...

A nadie se le ocurrió relacionar dos o tres de esos productos y servicios para dar lugar a otro tipo de producto. Volvemos al "qué pasaría si...?"Quién sabe si un producto de toda la vida, mas una buena campaña de márketing, más una estrategia de precios económicos y más un  valor añadido basado en las necesidades detectadas en el entorno, no nos da como resultado algo totalmente innovador, atractivo y viable? Pues hay que "saber ver". Y entender que, si no lo vemos nosotros, quizá otro lo vea antes y perdamos la oportunidad.

Aquí hay otra clave pues: a un producto o servicio de siempre, le reducimos costes, le aumentamos el atractivo (el envase mas ergonómico, la dosis o el tamaño más generoso, la estética más acorde con los tiempos, incorporando detalles funcionales y estéticos) y  le incrementamos las facilidades para hacerse con él, y ya tenemos un buen trecho del camino recorrido para tener éxito en nuestro emprendimiento.

Evidentemente, todo corre al ritmo de los tiempos, y tenemos que estar ahí, y movernos al mismo ritmo, o incluso más deprisa si queremos anticiparnos a los demás. Si ya tuvimos éxito una vez, no nos durará eternamente. Hay que ponerse en marcha cada día, estar alerta y preparados para una nueva carrerita para no perder el tren de los acontecimientos.

El emprendedor siempre está tratando de mejorar su idea: puede que no sea una idea original, pero ha incorporado novedades, detalles que ha observado que son apreciados por los clientes.

Frecuentemente, los emprendedores parten de aquello que pueden reunir y utilizar, tratando de ir aprendiendo de lo que se ve, de lo que sucede, van experimentando...

Pero...el problema para ser emprendedores es que no se tienen ideas? NO

Existen muchas ideas de negocio. Muchas de ellas se implementaron. Y muchas también han resultado no tener éxito. Porque no todo es atreverse sin más. Es necesario saber, saber hacer, tener suerte y tener capacidad de reacción. Lo peor es tener en cuenta los mitos (nadie empieza de cero).

La mejor opción para arrancarse como emprendedores es:

que con lo que tienes

                            puedas en la medida de los posible

                                                                            hacer lo que quieres

Nos movemos más por necesidad que por motivación. La idea y la ilusión son necesarias en el emprendimiento, pero no son en absoluto suficientes: nos hace falta la formación, la motivación y el asesoramiento adecuados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DIVERGENTE Y CONVERGENTE

Hasta aquí hemos empatizado con el cliente, hemos definido un problema que creemos que tiene el cliente tras entrar en contacto con él, hemo...