viernes, 30 de octubre de 2020

HOLA, BUENOS DÍAS. ¿QUÉ ES LO QUE DESEA?

La clave del éxito de una empresa es tener un producto o un servicio, que interese a sus clientes, y estén dispuestos a usar. Que de nada sirve el que les guste, pero no lo compren.

¿Y qué es eso que les interesa y que usarían si se lo ofrecemos?

Imaginemos  que tenemos una tienda de flores, en la que solo vendemos crisantemos. Porque nos gustan mucho los crisantemos, y tenemos un campo lleno de crisantemos, y sabemos mucho de crisantemos.

Entra un potencial cliente.

Nuestro letrero en la puerta pone bien claro "El Paraíso del Crisantemo", y unas ilustraciones preciosas de crisantemos adornando la fachada. Imposible no verlo.

Nuestro cliente se acerca hasta el fondo de la tienda, donde se encuentra nuestro mostrador, y nosotros justo detrás. Es nuestro primer cliente desde hace meses. Estamos a nada de tener que cerrar el negocio si no se producen ventas ya.

Lo tenemos claro. Y vamos preparando un hermoso ramo de crisantemos.

Pero...tacháaaaan!!!!! nuestro cliente nos pregunta por unos claveles. No encuentra ninguna floristería por la  zona y necesita unos claveles.

Respuesta:

a) Lo siento, no vendemos claveles

b) Claveles no, pero tenemos crisantemos, de todos los colores, además tenemos una oferta de dos ramos y el segundo a mitad de precio; mire qué bien huelen, son fresquísimos, y duran un montón, incluso en condiciones extremas, son flores muy resistentes, y tenemos todas las que quiera.

c) ¿Claveles dice? ¿Cuántos y para cuándo los quiere? Ahora mismo hago una llamada y se los traen. ¿De qué color? Si lo prefiere, nosotros podemos enviarlos en su nombre, tan solo díganos la dirección y si quiere puede añadir una tarjeta...

Adivinad qué respuesta nos define como emprendedores, cuál nos describe como quien hace lo que siempre ha hecho y no va a cambiar, y cuál de las respuestas nos define como los que esperan que el entorno haga lo que nosotros no estamos dispuestos a hacer.

Esperar detrás del mostrador a que la venta se produzca es muy pretencioso. Sobre todo si nuestro producto no es popular, no es interesante, no es necesario para nadie o casi nadie... y ese "casi" no pasa por allí.

Este es mi ejemplo de cómo he entendido que el éxito estará más cerca si preguntamos a nuestros posibles clientes qué es lo que les gusta, lo que necesitan, lo que estarían dispuestos a comprarnos o qué servicios nos pedirían.

Conocer a nuestros potenciales clientes, quienes son, dirigir nuestro esfuerzo a un grupo concreto de clientela, y conocer su problema. Luego viene la fase en que averiguamos si podemos ofrecerles una solución que satisfaga sus necesidades, y que lo haga mejor que quienes se presenten como posibles competidores.

Nuestra tienda...empezó a tener también claveles a la venta, incluso acondicionamos una parte de nuestro campo de crisantemos para la producción de claveles y rosas.

Porque salimos a la calle a ver si la gente llevaba flores a sus casas, a sus amigos, a sus seres queridos, y cuando. Hablamos con las personas y les preguntamos sobre las flores, su opinión y gustos, si las compraban a menudo o no y por qué, en qué situaciones necesitaban flores...

Nos enteramos de que había un evento todos los años para celebrar la feria de abril, una fiesta de primavera en el club de amas de casa, que muchos celebraban bodas de plata y reencuentros o celebraban jubilaciones y nacimientos y ....

Toda esa información no vino a nuestro mostrador. Fuimos nosotros a buscarla. Y nos adaptamos.

Tenemos preparados stocks de rosas para San Valentín, claveles para las ferias, margaritas para  clientes asiduos que siempre las piden para sus onomásticas...nuestros clientes están contentos, y nos recomiendan a sus conocidos y amigos. 

Tenemos también la suerte de no tener competencia cerca, pero seguro que tras nuestro éxito alguien decidirá instalar un negocio parecido así que ya estamos pensando en cómo reaccionar. Hemos corrido riesgos, ha sido duro cambiar y adaptarnos a los nuevos productos, hemos tenido que aprender muchas cosas de cero, hemos sufrido daños en la producción en alguna ocasión por falta de práctica, nos hemos preocupado por el cliente, por sus problemas y hemos querido darles una solución como ellos querían. 

¿Qué habríais hecho vosotros? Seguro que ya tenéis ideas...

domingo, 25 de octubre de 2020

QUÉ PASARÍA SI...?

 Seguimos intentando ser emprendedores.

Hoy descubrimos que la mayoría de los emprendedores con éxito se hicieron en algún momento la pregunta de ¿Qué pasaría si hiciese... si experimentara con...si cambiara...si me dedicara a...?

Son preguntas que se hacen quienes han destapado el tarro de la creatividad. Seguramente muchos sabrían las respuestas a estas sus preguntas. Son visionarios, aunque yo diría que sobre todo son observadores. 

Miran y ven. Y analizan lo que se les presenta, y lo estudian, lo dan vueltas, lo relacionan con otras cosas, lo complementan... en sus mentes se produce una explosión de ideas que generan otras ideas y preguntas, muchas preguntas, como burbujas en una bebida gaseosa cuando se agita un poquito...

Encontrar solución a esas ideas, encontrar respuesta a esas preguntas sobre lo que pasaría si abordaran esos nuevos proyectos, es lo que hacen los emprendedores. Pero no lo hacen a lo loco. Saben que para diferenciarse de otros que también exploraron respuestas a situaciones similares, deben diferenciarse, haciéndolo mejor, haciéndolo diferente, haciéndolo especial. Un emprendedor, encontrará el ingrediente que le dé un vuelco a la receta y la convierta en algo nuevo, atractivo, interesante, algo novedoso que llame la atención. Esa es la clave. 


Hay cosas que hay que probar para conocer el resultado. ¿Recordáis aquello de "a nadar se aprende nadando"? Y pocos aprendieron enseguida, así que a la hora de emprender es importante sopesar los riesgos, conocer un poco el entorno, tener un objetivo viable, y lanzarse a probar. Es una actitud de vida.

Sopesar los riesgos he dicho...

Eso es entender que en las crisis hay amenazas, pero también hay oportunidades. Ideal sería estar preparados para combatir unas y aprovechar otras, saber reaccionar a tiempo y de manera ventajosa.

Lo hemos podido ver en estos tiempos de pandemia: empresas que han tenido de cerrar, y empresas que se han reinventado fabricando productos que ahora se han necesitado y que nada tenían que ver con lo que fabricaban hasta el momento, o dedicándose a servicios a los que antes no se dedicaban, pero que ahora son más necesarios para la comunidad...

Ellos, los que siguen en pie a pesar de haber sido golpeados por la crisis de la pandemia, no han dejado que las circunstancias se los llevara por delante. Rápidamente han observado, se han anticipado a las consecuencias de lo que se venía encima y han reaccionado, con riesgos, pero decididos. Y han dado cobertura a un problema social a la vez que se han salvado del fracaso. Han sabido ver, han sabido reaccionar. Han salido ganadores. 

Sin las circunstancias vuelven a cambiar, seguramente los emprendedores reasignarán sus recursos para dar soluciones a nuevos problemas, o para dar nuevas soluciones a los problemas de siempre.

Es importante tener flexibilidad para innovar y colocar esa innovación al frente de nuestra actividad.

Nos ha quedado claro.


martes, 20 de octubre de 2020

LA MEDICINA DEL FRACASO

Si emprender supone salir de nuestra zona de confort...preparaos para la sorpresa.
Buena...o mala.
¿Tenemos experiencia como emprendedores? La mayoría no. 

Quizá la vida no nos ha puesto en la encrucijada del "¡Y ahora qué hago!" . 

Quizá siempre tuvimos claro a qué nos queríamos dedicar y lo hicimos, o simplemente sabíamos que tendríamos que dedicarnos a lo que la herencia nos imponía, claro que sí. 

Pero si de repente todo se tuerce...
O no se tuerce pero vemos que el giro es necesario para tomar otro camino más interesante...
O si somos unos descarriados de la vida que no tenemos un "hacer" consistente y estable... entonces, es momento de meditar y resolver.
Meditarlo bien, que la cosa es seria. 
Nos jugamos el éxito, la satisfacción de haber hecho lo correcto, la salud económica propia.

Si nos animamos a emprender, una cosa es segura: hay muchas posibilidades de fracasar. Tendríamos que ser profesionales del emprendimiento, o tener ese "ojo" para los negocios que tanto resaltan los que han tenido un éxito monumental e histórico.

Todo cambia. Lo que antes eran ventajas ahora son inconvenientes. Y otra vez cambia el panorama y ya no se sabe qué son las ventajas y qué los inconvenientes. Todo cambia, rápidamente, por culpa de un gran evento, por culpa de una nonada, a veces inesperadamente, a veces...se veía venir.

Estamos viviendo lo que llaman un entorno VUCA.

V de volatilidad (Volatility )
U de incertidumbre (Uncertatinty )
C de complejidad (Complexity )
A de ambigüedad (Ambiguity )

Y en estas condiciones...¿Quién se atreve a emprender?

Pues los valientes. 

Los que saben que hay riesgos, pero aprenden a armarse con las herramientas adecuadas para abrirse paso en el mercado, los que aprenden a anticiparse a los cambios, los que aprenden a adaptarse a las nuevas realidades. 
Sobre todo son valientes los que sufren un fracaso y despiertan. Despiertan y se levantan, a seguir trabajando en lo que les lleve a conseguir sus objetivos, estudiando las causas del fracaso y buscando soluciones.

El fracaso es como un bofetón. Si es flojo, y solo duele en el orgullo, probablemente volvamos a sufrirlo, porque no nos ha motivado lo suficiente para agarrarnos al cambio que necesitamos.
Si es algo más intenso, y el susto nos afecta sobre todo económicamente, entonces ponemos la maquinaria a trabajar para resolver los problemas que tengan solución y salvar lo que se pueda para seguir adelante. Si es muy fuerte...podría acabar con nuestra aventura emprendedora de un plumazo, eso es muy cierto. 

El fracaso es la constatación de que algo no iba bien y que había que intervenir para evitarlo pero no se hizo. Porque no lo vimos, porque no lo queríamos creer, porque no supimos qué hacer, porque nos quedamos paralizados por la sorpresa. Da igual la causa, lo importante es la solución y saber reaccionar ante los cambios del entorno.

Un verdadero emprendedor entiende que esos momentos críticos de fracaso nos hablan. Nos dicen cosas de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, y más allá de nuestro alrededor. Tenemos que aprender a leer esos mensajes y convertir esos reveses en simples quiebros del camino, utilizando nuestras habilidades para transformar las ideas viejas en ideas nuevas, y ver si son ideas de negocio. Eso supones darle rienda suelta a la creatividad, y al atrevimiento. Supone salir de nuestra zona de confort.

Emprender no significa solamente embarcarnos en una empresa, ponernos al frente y dirigir la singladura. También podemos emprender en nuestro puesto de trabajo, como empleados de una empresa que no es nuestra. Incluso se puede emprender en el modo de vida que llevamos, haciendo cambios, mejorando cosas, consiguiendo nuevos objetivos más enriquecedores vitalmente. Podemos elegir. Podemos elegir no ser emprendedores. Pero si las circunstancias nos lo piden, sería interesante ponerse a ello. 

Bueno pues... hemos descubierto en el aula que precisamente eso, salir de nuestra zona de confort, es casi imposible. Tenemos tantos prejuicios, tantos miedos, tantos condicionantes emocionales, sociales, tantas excusas...que no vemos dónde ponemos los pies, y por si acaso pisamos en vacío nos quedamos quietos, quietitos, esperando el milagro...y n pensamos. No pensamos, o pensamos poco, o pensamos siempre igual, se nos mete una idea en la cabeza...

Nuestro primer paso ha sido analizarnos y ver qué tenemos de emprendedores, y luego otear en qué campo nos veríamos como emprendedores. 

Pero ¿Qué hacer? ¿En qué tendríamos oportunidades? ¿Tendríamos  que dedicarnos a algo totalmente nuevo? ¿O conseguir mejorar algo que se viene haciendo desde hace tiempo, años, incluso décadas?

Ser capaz de hacer las cosas mejor que los demás, supone ser capaz de hacer las cosas de manera diferente. Y sólo se puede ser diferente, si te atreves a hacer cosas que otros no hacen. Ah, sin miedo al fracaso. Porque si sobreviene el fracaso, nos dará una lección que necesitábamos aprender. Nos dirá que había algún asunto al que no prestamos atención suficiente y que nos acarreó esa "caída". Nos dará las pistas para "curarnos" de esos errores.

¿Necesitamos un empujoncito para emprender? 


sábado, 10 de octubre de 2020

CREANDO UN BLOG. DIARIO DE UN APRENDIZAJE.

Estamos en el siglo XXI. Ahora la escuela es TIC.

Esto es: ya no se prioriza llevarlo todo metido en la cabeza como se hacía en la escuela tradicional, ahora hay que saber buscar la información cuando la necesitamos y hay que saber aplicarla normalmente a la resolución del problema que se nos haya presentado. Y aquí entran en acción las tecnologías que la actualidad pone a nuestra disposición. 

En esta sesión damos importancia a tres aspectos importantes en nuestro progreso hacia el éxito personal y laboral:

- aprender a aprender: es imprescindible para resolver los problemas actuales y también los futuros

- espíritu emprendedor: es necesario atreverse a probar, a intentar cosas, pero con...

- autonomía: sabiendo utilizar  herramientas, mi entorno personal de aprendizaje, mi red personal de  aprendizaje.



Qué relacionamos con un emprendedor? 

Hemos contestado cosas como: iniciativa, innovación, atrevimiento, ser resolutivo, imaginación...

Analizamos entre todos qué  características pueden encontrarse en un emprendedor a la hora de poner en marcha su proyecto y que habilidades ayudan a generar esas características:


características                                                           habilidades                                       

tiene iniciativa para actuar                                       la proactividad

usa la imaginación                                                   la creatividad

tiene capacidad de asumir riesgos                           el  atrevimiento

sabe enfrentarse a errores                                        el ser  resolutivo

no se rinde                                                                la perseverancia

sale fortalecido de los fracasos                                la resiliencia

tiene capacidad de adaptación                                  la inteligencia 

sabe aprovechar la oportunidad                               el talento


Recordamos que el error forma parte del proceso. 

Sin embargo, empezamos desde muy pronto a penalizar el error. El sistema educativo destruye la capacidad de emprendimiento, porque encamina al alumno. Así se asegura que todos los alumnos sabrán hacer lo que se les dice. Claro, no dejan espacio para el error. Y si aún así se produjera...zasca:

Nos inculcan una manera de ser y de actuar, nos provocan límites que perduran durante toda la vida.

Tenemos pues que recuperar "algo" que traíamos de serie: ser emprendedores.

Rafael nos propone consultar las aportaciones que hacen al respecto Alfonso Alcántara (conferenciante de empresa y recursos humanos, y motivador de profesionales y directivos)y Eduard Punset (político, economista, abogado, divulgador científico y que mostró gran interés por conocer la naturaleza humana compartiéndolo en su programa de televisión Redes).


Retomamos el aspecto del trabajo colaborativo:

Tenemos noticias del sistema de coworking, oficinas compartidas entre profesionales de diferentes empresas que utilizan ese espacio para conectar y crear oportunidades profesionales y personales entre y para sus miembros y donde un gestor trabaja a tiempo completo para que los miembros se conozcan mejor y se genere un clima de confianza que acelere las dinámicas de colaboración y se alcancen oportunidades de trabajo y ayuda.

Pero hemos descubierto un nuevo sistema que va ganando puntos en la actualidad gracias a Nuria, una compañera: el coliving: o compartir casa con otros profesionales. Edificios habilitados con todo tipo de facilidades: zonas recreativas, gimnasio, lavandería, trasteros, azoteas con barbacoas, chill out...

En ellos se alquilan habitaciones privadas totalmente amuebladas y baño privado pero con cocina y zonas comunes compartidas en pisos de cinco habitaciones (esto va a conducir a un rediseño de las residencias de estudiantes o de las residencias para jóvenes trabajadores, seguramente).


El objetivo de todo esto es crear comunidad. 

Para compartir nuestro trabajo en el aula, y nuestro aprendizaje a lo largo de este curso, ponemos en marcha nuestros blogs personales, en los que cada uno reflejará su aprendizaje personal, las actividades que se vayan realizando y las herramientas que vayamos utilizando para avanzar en el camino del emprendimiento.

Este trabajo personal quedará integrado en el blog de Rafael "EIE para el siglo XXI" (https://eieparaelsigloxxi.blogspot.com/), en el aparado de  "blog de mis alumnos".



Por qué un Blog

Porque es una buena forma de hacernos visibles, y no nos limitamos a ser nosotros quienes de forma activa  busquemos las oportunidades de empleo o de negocio. También podemos hacer que esas oportunidades nos encuentren, así que se lo vamos a poner un poco más fácil. Utilizaremos esta tecnología para ir compartiendo nuestro aprendizaje con quienes lo encuentren útil. Y poco a poco iremos promocionando nuestro saber hacer.

De paso, iremos aprendiendo a utilizar con todo su potencial esta herramienta, sobre todo aquellos que no la solemos usar o que no la hemos utilizado nunca.



jueves, 8 de octubre de 2020

TOMANDO DECISIONES

Este blog nace como actividad dentro del módulo de formación profesional de Empresa e Iniciativa Emprendedora. Actividad propuesta por Rafael Delgado Valdivielso, quien imparte esta asignatura en el instituto Enrique Flórez de Burgos.

En nuestra primera sesión, tomamos conciencia de que nuestra vida se construye a base de tomar decisiones: buenas y malas ( y "reguleras"), importantes e insignificantes, algunas divertidas y algunas traumáticas...

Con nuestras decisiones vamos forjando nuestro presente y también nuestro futuro. 

Pero tomamos decisiones más adecuadas si conocemos el entorno y las circunstancias que nos rodean, y sobre todo si tenemos claro el objetivo.

No nos damos cuenta, pero constantemente tomamos decisiones. Decisiones sobre si hacer algo o no hacerlo, sobre decir o no decir, o sobre qué decir. Decisiones inmediatas, como qué ponernos antes de salir de casa, o decisiones a largo plazo, como los estudios profesionales que elegimos. Y hoy hacemos un acto de toma de conciencia de ello.

Tomar decisiones forma parte esencial de la vida de un emprendedor.

Así que la siguiente toma de conciencia consiste en determinar qué disposición tenemos cada uno para el emprendimiento, y qué capacidad tenemos cada uno para desarrollar nuestra iniciativa emprendedora.

Poniendo en común nuestra percepción sobre si somos emprendedores o no, me ha sorprendido escuchar que la mayoría de mis compañeros no se sentían especialmente emprendedores. Me ha sorprendido porque mis compañeros son jóvenes, y siempre se ha relacionado la juventud con las ganas de hacer de todo, de probar cosas nuevas, de correr aventuras y descubrir...aunque los tiempos cambian y puede que ahora no sea esa la tendencia, o quizá no se entienda bien qué es eso de ser emprendedor.

Y haciendo una comparativa entre la percepción que tenemos de nosotros mismos y la que tenemos de la generalidad, hemos cuestionado el espíritu emprendedor del ser humano: diría que unos pensaban que sí lo es y otros que no, a partes iguales. 

¿Y qué caracteriza a los emprendedores? Tienen iniciativa, creatividad, son capaces de asumir riesgos, y también son capaces de admitir el fracaso. No se quedan ahí, de los fracasos también se aprende y si han tropezado en algún obstáculo, enseguida analizan, reparan, se readaptan y lo vuelven a intentar. 

Llevando esto a nuestra zona personal, analizaremos nuestro entorno, estudiaremos las herramientas que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo (que es el empleo) y aprenderemos a utilizar esas herramientas. Esto nos ayudará en la toma de  decisiones.

Crear una empresa propia requiere de cierto carácter emprendedor. Todo empieza partiendo de una idea. Y lo primero que hemos de preguntarnos es ¿tras esa idea existe un modelo de negocio?

Lo siguiente es enfrentarse con la realidad del entorno (lo llamaremos mercado) y la realidad del cliente. Y lo relacionamos con nuestra idea de negocio. Para ello disponemos de una herramienta de trabajo de gran utilidad: el lienzo del modelo de negocio.



Consiste en una metodología de trabajo que ayuda a responder a las principales cuestiones que se plantean en toda idea de negocio.

Se diseña un esquema, el lienzo, en el que separaremos por un lado los aspectos internos de la idea de negocio, y por otro los aspecto externos.

En la parte de los aspectos externos nos preguntaremos quienes serán nuestros clientes, cómo es su entorno (mercado), en qué les podemos servir, cómo nos comunicaremos y cómo nos relacionaremos con ellos, y cómo vamos a financiar nuestro proyecto.

En la parte de los aspectos internos, nos preguntaremos a qué se dedicará nuestro proyecto y sobre los recursos que necesitamos, quiénes serán nuestros aliados y nuestros proveedores, qué costes tendrán la puesta en funcionamiento y su mantenimiento en el tiempo.

Es un análisis muy visual pero poco preciso. Pero es un comienzo.

Con frecuencia, la idea primordial se ve alterada tras un estudio de explotación empresarial, terminando con un modelo de negocio final que no coincide con el que pensamos en un primer momento.

Pero es que la vida no es un entorno lineal.

Tomamos conciencia también de esto último: aunque parece haber un patrón de vida "tipo" para el ser humano, en la actualidad todo es mucho más cambiante de lo que ha sido siempre la vida, y aprender a desenvolverse en esa incertidumbre no debería generarnos preocupación.

Son datos actuales que la duración media de una empresa es alrededor de 25 años, y la vida profesional de una persona ronda los 40 años. Aquello de ingresar en una empresa y trabajar en ella toda la vida ya no es tan posible como hace décadas. Sin embargo, la actualidad nos ofrece un gran campo de oportunidades de empleo o de negocio (nuevas tecnologías, globalización...)

Para avanzar en el mundo laboral, tanto como emprendedores como desarrollando nuestro trabajo por cuenta ajena, es necesario conocer nuestras formas de aprendizaje. Tendremos que acoplarnos a la actualidad recurriendo a nuestras fuentes de información y a nuestras conexiones con el mundo laboral.

Utilizaremos para ello estas dos herramientas: nuestro Entorno Personal de Aprendizaje (EPA), o Personal Learning Enviroment (PLE), y nuestra Red Personal de Aprendizaje (RPA) o Personal Learning Network (PLN).

Y pondremos en marcha la metodología del aprendizaje colaborativo.

DIVERGENTE Y CONVERGENTE

Hasta aquí hemos empatizado con el cliente, hemos definido un problema que creemos que tiene el cliente tras entrar en contacto con él, hemo...